El arte de vivir el momento presente

Hace un tiempo leí un libro que se llama Ichigo-Ichie (de Francisco Miralles y Héctor García). Y recuerdo que fue un libro de aquellos que voy subrayando y anotando las frases para recordar y poder integrarlas.

Ichigo Ichie, como dicen sus autores, es vivir cada instante, como una oportunidad. Como un momento único. Como un tesoro único que nunca se volverá a repetir de la misma manera. Por lo tanto si lo dejamos huir sin disfrutarlo, al instante se habrá perdido para siempre.

Para mí, estas afirmaciones, me recuerdan la importancia de ser conscientes y disfrutar cada momento. Si observamos a las personas de nuestro alrededor, e incluso a nosotros mismos, nos damos cuenta de que a menudo nos es difícil mantenernos conectados y vivir el aquí y ahora. Los pensamientos van rápidos y viajan en todos los sentidos posibles, pero les cuesta detenerse.

Muchas tradiciones orientales nos enseñan diferentes técnicas para centrarnos al máximo con el presente, observando sin ninguna afección lo que pasa por nuestra mente. Hoy os quiero compartir estos ocho pasos de la filosofía Zen que los autores nos regalan en su libro, con el fin de conectar más con nosotros (con lo que sentimos, notamos y pensamos) y vivir con más plenitud y presencia.

Son estos:

1. Limítate a sentarte y observa qué pasa. Siéntate y abraza este instante, sin ambiciones. Si estamos con otras personas, celebramos la compañía como un regalo.
2. Saborea este momento como si fuera tu último suspiro. Sólo tenemos una sola vida. El mejor momento de tu vida es este. Es aquí y ahora.
3. Evita las distracciones. Haz una sola cosa cada vez, como si fuera la más importante del mundo
4. Libérate de todo lo accesorio. ¿De qué puedo prescindir hoy?
5. Hazte amigo de ti mismo. Como decía Pau Casals “eres una maravilla, eres único. Nunca antes había habido ningún otro niño como tú “… y nunca más habrá ninguna.
6. Celebra la imperfección. Cada fracaso es una oportunidad para aprender, cada defecto una invitación para pulir.
7. Practica la compasión. Compadecer, desde el punto de vista budista, no significa sentir pena por alguien, sino una empatía profunda que nos permite viajar hacia el lugar y situación del otro para entender sus motivaciones y sus errores, si es necesario.
8. Deshazte de las expectativas y disfruta del regalo del presente.