
Una reflexión sobre el deseo y la conexión Hace tiempo que me pregunto si las mujeres hemos olvidado lo que significa realmente sentir placer. No me refiero sólo al placer físico, sino a esa sensación profunda de conexión con una misma, con la vida. Hablo de ese momento en el que sueltas todas las cargas, todas las expectativas, y simplemente te permites sentir. El placer de vivir, de respirar, de amar. De disfrutar de un momento sin pensar en todo lo que todavía tienes pendiente.
Siempre he sido una persona que pone la responsabilidad por delante de todo. Y quizás tú también te ves reflejada. El placer, el deseo, el bienestar… todo esto lo dejaba en un segundo plano. Como si no fuera importante, como un premio que sólo llegaría cuando lo tuviera todo en orden.
Pero ¿sabes qué pasa? Que ese momento nunca llega. La vida siempre tiene cosas pendientes, la agenda nunca está completamente vacía, y nosotras, las mujeres, siempre tenemos a alguien que cuidar antes de pensar en nosotras mismas. Y un día me desperté agotada. Agotada de ser todo por todos, pero nunca nada para mí misma. Y comprendí que debía realizar un cambio.
¿Cuándo fue la última vez que disfrutaste de un momento de pura conexión contigo misma? ¿Cuándo dejaste sentir el placer de la vida sin prisa, sin culpa? Sé que cuesta recordarlo, porque yo también había olvidado cómo se sentía. Pero ese vacío, ese silencio interior que no se acaba de llenar, es la señal de que algo está faltando.
El deseo, el placer, no deberían ser un lujo. Deberían ser la brújula que nos guía en la vida. Cuando pierdes el contacto con tu propio cuerpo, con tu energía, empiezas a ver el mundo de forma gris, apática. Lo que una vez te hacía vibrar parece ahora sólo una rutina más. Y, poco a poco, te desvinculas de tu deseo, incluso de tu esencia.
Pero esto puede cambiarse. Esa desconexión no es definitiva. Lo cierto es que el deseo, el placer, la conexión, siempre han estado dentro de ti. Sólo necesitas recordar cómo escucharlos.
Es aquí donde entra Néctar. Este curso no es algo más en tu lista de cosas pendientes. Es una invitación a redescubrirte. A través de la meditación, la contemplación y la conexión profunda con tu cuerpo y energía femenina, empezarás a sentir, a respirar, a vivir con una nueva intensidad. Néctar es para aquellas mujeres que han estado poniéndose en espera durante demasiado tiempo. Para aquellas que necesitan, de una vez por todas, darse el permiso de disfrutar.
¿Te imaginas vivir con una conexión más profunda con tu propio deseo?
¿Vivir desde el placer, desde la curiosidad y desde la sensualidad que es inherente en todas nosotras? En Néctar no aprenderás sólo a meditar o relajarte. Aprenderás a reconectar con tu placer, con tu fuerza interior, con esa parte de ti que es salvaje y libre, y que, de vez en cuando, olvides escuchar.
Este viaje es tan necesario como respirar. No esperes más para darte el espacio que mereces. Néctar es una puerta abierta a una nueva manera de vivir, de amar, de sentirte. Una forma que te recuerda que el placer no es algo que se gana, es algo que se vive.
Y tú, ¿estás preparada para sentir la vida de una forma diferente?
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