La familia y el entorno como espejo

A menudo me doy cuenta que es común y popular, hoy en día, la idea de que nuestros males afectivos, emocionales, problemas de pareja o de falta de ella, desaciertos profesionales, fracasos y dificultades de todo tipo, se explican y son “causa y culpa “de nuestros padres y de la crianza que tuvimos y de las carencias o excesos que tuvimos que soportar en nuestra tierna infancia.

Como dice Joan Garriga: “En la actualidad muchos terapeutas concordarían visualizar heridas de amor (especialmente con nuestros padres) en el contorno de las enfermedades, crisis de vida y fracasos diversos. Somos frágiles y necesitadas, y esa es nuestra naturaleza. Y a la vez somos fuertes y, a menudo, las frustraciones, las heridas, los problemas nos ponen a prueba y estimulan nuestros desarrollos y tensan la cuerda que manifiesta nuestro coraje “.

“Mis desgracias, insatisfacciones, disgustos de pareja o profesionales, etcétera, son causa y culpa de mis padres”. Este sería un ejemplo que puedo escuchar en consulta. Y esta idea es como si se concediera el derecho al resentimiento, al victimismo, a la indignación, a la culpa …. Todas estas gamas de registros son falsas posiciones existenciales de ver la vida, pero no implican una posición de responsabilidad y aceptación de todos los hechos y actos de vivir. De este modo, la persona se mantiene infeliz y manipula a las personas que le rodean, y quizás sobre todo a las personas que más ama, construyendo relaciones poco profundas y tensas.

Como dice Joan Garriga: “La verdad es que el único camino que nos mantiene sanos, fuertes e integrados y actúa de genuino pilar en el que sostener la propia vida es la aceptación de lo que nos ha tocado vivir y eso también significa tomar y aceptar lo que viene de nuestros padres, familia y ancestros, incluso lo cruel y terrible, ya que es la única matriz de fuerza y dolor donde podemos apoyarnos. Quien toma la realidad tal como viene y tal como es, se siente bien y hace sentir bien a los demás para que sus comunicaciones no tienen exigencia ni manipulación, son expresivas, genuinas, autónomas y adecuadas al momento. “

“Sufrir es fácil, actuar y ser feliz exige más” .- Hellinger